Ya llegó el otoño. Muy bienvenido sea. Bienvenidos también sus llamativos colores, su encantadora melancolía y sus temperaturas que ya, más frescas nos hacen recogernos, tener ganas de hogar y de cocinar más frecuentemente "cositas ricas". Nuestras cocinas cobran protagonismo. Desde la mía , zona muy vivida en nuestra casa, ya que por suerte es muy amplia y luminosa, doy los buenos días a esta preciosa estación, inspiradora donde las haya, haciendo varios tipos de mermeladas.
Ya se respira hogar por aquí.
Ummmmmm que rico todo lo casero.......
Rica mermelada de melocotón.....
También de manzana....
De ciruelas duuulces, dulces.....
.... y de pimiento ( se me ha olvidado la froto del making off. Lo siento). ¿No habéis probado esta última?. Os la recomiendo especialmente. Es muy sabrosa y rica para combinar con platos salados. No la aconsejo para tostadas habituales. Con pollo o pavo está riquísima. En realidad con cualquier carne, también exquisita con paté y sofisticada con cualquier asado, como por ejemplo los navideños.
Envasadas al vacío con todo el "amor de mami" para ir consumiendo sin prisas. Aguanta más de un año. Yyyyyy.....¿Dónde estará entonces?
Tremendamente sabrosas con panes de cereales.
O sobre riquísimos muffins caseros también.
¡Que pinta tan apetitosa !
Eso sí, siempre trabajando muy placenteramente y para eso me es imprescindible, estar rodeada de bonitas flores, plantas o arreglos de esos que a tod@s nos gustan y que me acompañan en estos menesteres tan hogareños.
¡MUY BIENVENIDO ERES OTOÑO!
RECETA
Todas las mermeladas se elaboran prácticamente igual. Lo normal es que para 1 Kg. de fruta, se utilicen 700 gr. de azúcar. La verdad es que el azúcar yo se lo pongo a ojo. Voy probando porque tampoco nos gusta que sea jarabe. 700 gr. para nosotros es mucho.
Pondremos a cocer la fruta elegida pelada. En el caso de las ciruelas o similares, tendremos que pasar al final de la cocción por pasapurés.
Añadimos el azúcar y un chorrito de limón, dejamos cocer a fuego lento y vamos moviendo con una cuchara de madera, hasta que quede un puré consistente, pero tampoco excesivamente espeso.
ENVASADO DE BOTES AL VACÍO
Pondremos los botes limpios y sus tapas dentro de una cacerola. Es importante que estén cubiertos totalmente de agua fría. Habrán de hervir durante treinta minutos. Los sacaremos con unas pinzas, e introduciremos hasta arriba del todo, la mermelada recién hecha. Taparemos, asegurándonos de que la tapa está bien apretada, y volveremos a introducirlos en la cacerola con agua nuevamente fría. Deben hervir de treinta a cuarenta minutos para que se produzca el vacío dentro del bote. Después de esto, apagaremos el fuego y dejamos dentro los botes hasta que el agua enfríe, y no queme. Sacaremos los botes y los dejaremos reposando sobre la tapadera, o sea boca abajo, hasta que estén completamente fríos. Ahora, ya se pueden etiquetar y decorar a gusto de cada un@.
¡À MANGER!
