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lunes, 3 de diciembre de 2018

LA PRIMERA VELA.


Comenzó el mes más mágico por excelencia. La Navidad está cada vez más próxima y cada año, para ir contando las semanas que restan para el gran momento, fabricamos nuestro centro de adviento. 


Ayer encendimos la primera vela y así iremos añadiendo otra más cada uno de los próximos domingos, hasta llegar al día de Nochebuena.


Sobre un contenedor de metal en tono cobre (cada vez me está gustando más utilizar el metal en éste color), he montado un arreglo con hojas naturales de arizónica, unos palos regalados por la naturaleza y bañados de líquenes, unas bayas y pajaritos (puedo parecer pesada con ellos, pero me gustan tanto y los veo tan apropiados para éstas decoraciones, que están por todas partes, Árbol, centros etc.). Solo faltan las cuatro velas con sus respectivas pizarras dónde queda claro el número de cada una de ellas.




¡Es que son tan monooooos!



¡Segunda vela lista para el encendido!



Éste tipo de centros quedan bien en casi cualquier lugar. El mío reside en la entrada, en ésta ocasión, y la verdad es que no me disgusta.



¿Dónde has decidido situar tú tu centro de adviento?



Muchas gracias por haberme visitado. Espero que te haya gustado. Te agradezco muchísimo tu tiempo. Vuelvo en breve.



martes, 27 de noviembre de 2018

ROCKIN'ARROUND THE XMAS TREE


Por fin llegó uno de los momentos que más espero durante todo el año. Ya tienes aquí a la loca de la Navidad. ¿Aunque sea así de pesada, harás un esfuerzo y me seguirás queriendo?. Mi propuesta de árbol para éste año es esta. ¡¡¡¡TANTATACHAAAAAAN!!!!


En ésta ocasión una decoración muy nórdica y sencilla. He pasado de guirnaldas y cintas y he cedido todo el protagonismo al árbol en si. He utilizado mucho la madera y no faltan los animales.


Llevaba tiempo con ganas de una pareja de tórtolas. ¿conoces su historia?. Su significado es el amor eterno y por eso al colgarlas en el árbol de Navidad se supone que tendremos muuuuucho amorcito del bueno. Tardé en encontrar las mías, pero fue verlas y reconocerlas:ERAN ÉSTAS. Me gustan mucho éste tipo de tradiciones.



Algunos de los adornos llevan mensaje, como la estrella que verás ahora. Nos desea una Navidad llenita de felicidad y tranquilidad. No puede pedirse más.


Los cascabeles están pintados por mi. Eran muy feítos, los pobres. Tenían un depuradísimo estilo asiático.....pero como ya los compré con la idea de pintarlos, me daban igual sus brillos y purpurinas.


Mis alces me enamoraron nada más verlos. ¡Me traje veinte, del tirón!.





Ochocientas bombillas (si, si ochocientas) se esparcen por cada una de las ramas de éste pino. Me parecía imprescindible una muy buena iluminación, ya que su decoración no es nada ostentosa.



Me gusta especialmente el sitio escogido. Se ve incluso desde la puerta de entrada y preside y ambienta la estancia perfectamente.




El pino mide dos metros y está coronado por un angelito. Pasará la Navidad dentro de mi baúl y rodeada toda su base de tules.





Oficialmente es Navidad en ésta casa.
Muchas gracias por tu tiempo. espero que te haya gustado la propuesta.
Vuelvo prontito con más Navidad.







lunes, 19 de noviembre de 2018

EL BOSQUE DE SANTA.


Inmersa totalmente en la Navidad, su espíritu me ha poseído. Me he planteado que trabajo debía proponerte primero y han sido dos los que me han venido a la mente: Centro de Adviento y calendario. La inspiración que las musas me han regalado primero ha sido la del calendario así que .....allá va.


Nos adentramos en un bosque muy especial.


Dicho bosque está compuesto de veinticuatro piezas (como todo calendario de Adviento que se precie). 


Voy a contarte como he dado vida a éste pequeño bosque. He pintado con pintura en espray de color cobre veinticuatro pequeñas hueveras y el mismo número de piñas con pintura acrílica al agua. Diferentes verdes para causar más profundidad al conjunto. Después de ésto cayó una buena nevada en mi bosque especial. Es decir, que fui dando con un pincel aquí y allá, de manera aleatoria, pintura blanca. Solo quedaba coronar cada arbolito con una pequeña estrella plateada (los brillos están justificados en Navidad, aunque no soy de utilizarlos en exceso).




En éste momento ya estaba totalmente metida en materia y era parte de este espacio que aún estando en mi buahardilla, me olía a naturaleza, a musgo, a pino...... Entonces fue cuando decidí que las casitas no podían pasar inadvertidas. Tenían que gritar a los cuatro vientos que es Navidad  en nuestro bosque. ¿Que hice para ello?, pues algo muy predecible en mi, les añadí mini coronas. A cada una de un modelo diferente. Será por coronas..... y la nevada también cayó sobre ellas, tímidamente.



Me olvidaba de que los número de cada pino son caras de Papá Noël. Me encantan esos rostros tan vintage. Las he encontrado ya hechas y me pareció una buena opción para ir marcando cada día del mes de Diciembre, hasta llegar al veinticuatro. Verlas y enamorarme fue todo uno.




Todos nuestros calcetines cuelgan de la chimenea (que como sabes es falsa. Espero que Santa encuentre la entrada por algún sitio secreto). Como observarás la buhardilla está decorada (a falta de alguna luz, o algún pequeño toque)


No podían faltar las luces para que podamos disfrutar de nuestro 
calendario también al anochecer.


Bosque iluminado, casas iluminadas y la nieve/alfombra resplandeciendo junto con las estrellas que coronan los especiales pinos.



Luces y velas por doquier. Ya se respira Navidad en ésta casa. Así de adelantados somos nosotros (más que El Corte Inglés). 






¡Que ganas de empezar a levantar arbolitos para encontrar la chocolatina de rigor!


Hasta aquí el post de hoy. Me encanta haberlo compartido tan pronto porque así puedo aportar ideas. ¿Estás pensando ya en tu calendario de Adviento? ¿Estás en modo ON navideño?.

Gracias por el tiempo que me has regalado. Espero que hayas pasado un momento agradable. Nos vemos en breve.