Estaba olvidada en el trastero. Es una buena mesa porque es de nogal macizo, sus formas siempre me gustaron, pero estaba muy pasada de moda, era la típica obscura con piedra de mármol. Ahora he decidido recuperarla para la playa. He utilizado pintura a la tiza, después de un concienzudo lijado, para acabar desgastando esquinas y otras zonas para conseguir ese aspecto de decoración shabby que tanto me gusta.
Lo he rematado con una buena capa de cera incolora. La idea del cañizo se me ocurrió pensando en que la playa era su destino. Ha sido un trabajo muy duro pero ha merecido la pena.
Antes de empezar
Con una mano de lija
Terminada de pintar
Cañizo a medio pintar
Una vez acabada
¡Trabajo terminado!
En su ubicación definitiva