sábado, 2 de junio de 2018

EL RESUCITADO

En ésta ocasión vamos a encargarnos no de recuperar una pieza, sino prácticamente de resucitarla. No había por dónde meterle mano y retos así son los que más me gustan.  Se trata de un antiguo mueble familiar que llevaba muchos años esperándome y que ha pasado por varias casas y muchas, muchísimas humedades, incluso roturas de tuberías con medio inundaciones. Sus patas habían desaparecido casi por completo y lo poco que quedaba he tenido que quitarlo para rehacer unas nuevas, ya que la madera estaba en muy mal estado y se deshacía al tocarla. ¡Vamos que estaba podrida!. También, Uno de los laterales se desprendía del resto.




Las puertas estaban tan hinchadas, que no tenía nada claro si serían capaces de volver a encajar y varias bisagras estaban partidas.


 Esto son solo algunos de los muchos  problemas con los que me he encontrado porque por la parte de abajo, era tocarlo y deshacerse.



Tras mucha lija conseguí que las puertas volvieran a su ser y encajaran a la perfección en sus espacios. Nuevas piezas de madera para formar tres de sus patas y masilla para integrarlas formando los arcos del bonito zócalo. También la utilicé para reparar diferentes golpazos y desconchones varios Un buen lavado tanto por dentro, como por fuera y un tratamiento ANTI- TODO yyy....... llegó el mejor momento: 
cuando en nuestra pieza empieza a aparecer todo lo que nosotros habíamos imaginado.


Sustituí los deteriorados tiradores por unos de de los llamados de concha en los cajones y de otro modelo, de cristal, en las puertas. Me ha apetecido romper un poco y que fueran diferentes. Por supuesto, bisagras nuevas y embellecedores de las cerraduras.



Lo que tuve meridianamente claro desde el principio es que quería el interior empapelado y cuando encontré este precioso papel, ya no hubo duda. Fue amor a primera vista y casi da penita tener que cerrarlo ¡aiiiinnnnsssss!.









Su gran capacidad es un desahogo importante en ésta casa en la que vive "alguien" a quien le enamoran vajillas, cristalerías, cuberterías y en general, ropa de mesa. ¿Sabes de quien hablo?. No lo puedo evitar.....




Mi intención era conseguir un estilo FARM HOUSE, que adoro, y por eso era totalmente imprescindible el sutil desgastado por zonas. 






La conexión entre éste mueble y yo fue muy especial y casi, casi, me habló y me susurró lo que necesitaba.



Cuando se disfruta tanto con un trabajo, el resultado es siempre positivo. Ahora ya sabes dónde he estado metida éste tiempo: disfrutando con mi amigo mueble. Mucho trabajo, pero verdaderamente enamorada del resultado.


Muchas gracias por tu tiempo. Espero que hayas pasado un ratillo agradable. Nos volvemos a ver prontito.