domingo, 18 de febrero de 2018

AL FINAL DE LA ESCALERA.

Me niego a pensar que en nuestras viviendas contamos con los denominados espacios nulos , o inservibles. Con un poco de buena voluntad podemos transmitirlos personalidad e integrarlos con el resto de la decoración. Vengo hoy con uno de éstos espacios: un pequeño distribuidor que se encuentra en nuestra segunda planta . No cabe un mueble, pues está claro que además y con el mejor de los criterios, el arquitecto que se encargó del proyecto, le dio todo el espacio posible a los dormitorios y baños de ésta planta. Total que era uno de esos espacios negros. Para más inri, según se sube  la escalera lo primero que encuentras es un radiador , con todo el glamour que ellos tienen......
¡Pues manos a la obra!. En ésta semana me he dedicado a sacar el el máximo de posibilidades a éste espacio, mueble para el radiador incluido hecho por ésta atrevida servidora. 
Comienzo con una imagen del antes. 



La segunda imagen se la dejo a los materiales utilizados para la transformación. Poco gasto y verás lo mono que queda, a mi juicio, claro.


Por aquí aparece alguien a quién le das una sierra de calar y se vuelve loca, o sea .....yo, en plena faena.


Un tiempo, unos listones y unas escuadras después, ya está formado el bastidor para el cubrerradiador. El cañizo con la primera mano de pintura.


Nos toca ya, pasar al resultado final. ¡Ah y por cierto, el espejo también ha sido susceptible de guapeo!.



Pintura blanca y unas pequeñas molduras para simular la típica palillería de la carpintería inglesa.


.....Y ahora es ésto lo que vemos al subir hacia la segunda planta. Me parece bastante más atractivo.


Ya sabes que soy fan absoluta de cañizos y fibras naturales y de verdad, que cada vez los veo con más posibilidades en el mundo de la decoración. Para éste tipo de muebles es estupendo porque además, deja salir el calor sin ningún problema.


Una balda de pequeñas dimensiones, porque el espacio no admite otra cosa,  le acaba de dar un toque más vivido. 




Plantas (¡que nunca falten!) y alfombra rematan el trabajo.



Cuatro toques con buena voluntad y distribuidor diferente y más luminoso y alegre.


Entusiasmada estoy con el mueble cubrerradiador que me he marcado jajajaaaa.¡ No hay quién me aguante!


Hasta aquí ésta nueva entrada. Espero tu parecer y te agradezco infinito el tiempo que me has dedicado. Nos volvemos a ver en breve.










domingo, 11 de febrero de 2018

RINCONES CON ENCANTO.

Soy alumna de colegio de monjas. Imposible era librarse de las tardes de clase de costura. Hacendosas y muy primorosas ellas ( las monjas ) intentaban transmitir lo mismo a sus alumnas. 
He pensado enmarcar alguno de los pañitos que en aquellas tardes cosí, entre charletas con mis compañeras. Es un bonito recuerdo que ahora decora el platero del comedor de mi cocina y trae a mí, momentos de la niñez.


El primer pañito es de punto sombra, que dicho sea de paso, ahora no podría reproducir..... y jaretas. Recuerdo como mi madre me aconsejó rodearlos de puntilla para presentarlos a final de curso. 


El segundo pañito elegido es de festones.



Dan un toque bastante vintage y romántico al platero, que de todo tiene menos platos......y también al ese espacio en sí.




Los marcos eran de un dorado muy fuerte, incluso algo agresivo, pero un par  de manos de pintura mate en espray con su consabido tiempo de secado, y ahora ya son blancos. Justo como yo los quería.



Están puestos sobre una tabla teñida en un tono rústico medio. He rodeado dicha tabla con una puntilla más ancha que la que enmarca   cada una de mis queridas labores y un pequeño cartel indica en que consiste lo que allí se muestra. Por supuesto encima de todo un cristal preserva  tan delicados trabajos. 



Te pongo algunas fotos de como queda integrado  el platero en el comedor, a ver si te gusta. Hace tiempo que hice un post sobre el antes y el después de éste.




Es un lugar de nuestra casa muy vivido.







Me encantará si me cuentas que te ha parecido la idea. Muchas gracias anticipadas por tu tiempo y mis deseos de que éste rato te haya resultado agradable.


domingo, 4 de febrero de 2018

TARDE DE DOMINGO.

El día ha amanecido gris y comienza a nevar. Hace mucho frío afuera.


En casa, toda la familia y el calor del hogar que nos reclama con más intensidad que cualquier otro día. Presiento que se nos avecina una hogareña velada, así que decido preparar pan casero.


Merece mucho la pena. Es más fácil de lo que pensamos, mucho más sano y por supuesto exquisito y crujiente.


 Lo acompañaremos de una rica mermelada hecha de frutos rojos para la merienda.


Nuestro pan ya ha doblado su tamaño, así que volvemos a amasar y lo ponemos en el molde para que que nuevamente tenga lugar el proceso de levado.



Al poco de introducir la masa en el horno, toda la casa huele a rico pan. 
El pan recién sacado del horno es indescriptible de bueno . La nieve sigue cayendo en el exterior. Comienza a cuajar.




Las horas pasan y la merienda, de lo más natural y nutritivo para ésta tarde de frío está preparada. 




Calor de hogar, fuego en la chimenea y una distendida charla en buena compañía: La de nuestra familia.






Una tarde muy especial que se nos ha pasado en un suspiro. Dicen que cuando el tiempo pasa rápido es por que ha sido muy gratificante, divertido y ameno. Me siento agradecida por tardes como la de hoy.

Gracias también a ti por tu tiempo. Espero que te haya gustado compartir con nosotros ésta fría tarde de domingo.