domingo, 4 de noviembre de 2018

LA TUMBA MALDITA DEL FARAÓN.


Al final, el tiempo nos acompañó y lo que el día de antes parecía una catástrofe, al final, pudo ser. No fue necesario el plan B. Desde el año pasado ya sabíamos lo que íbamos a ser en la noche del 31 de octubre. La idea fue de Pati (novia de Pablo) y nos pareció estupenda. Te dejo un resumen de lo que ésta familia tan loquísima hizo la noche de Halloween. Por el título de la entrada y la primera foto, ya sabrás de lo que va la cosa.....




El trabajo ha sido muy, muy duro porque en esta ocasión, hemos convertido nuestro porche en la cámara mortuoria de una pirámide, o lo hemos intentado, por lo menos....




Imposible que faltara el sarcófago (tapa incluida) con los restos momificados del faraón. La base no es más que una caja de cartón a la que le hemos ido dando forma y decorando con jerogíficos y demás enseres faraónicos. Las manos son dos guantes dorados rellenos de guata.




¿Te acuerdas de mi bonita butaca?. La tapizada con flores sobre fondo azul y pintada en tono rosa muy pálido. Sí, la que te enseñaba hace muy poco......¡ Eeeesaaaaa!. Pues hizo las veces de trono del faraón. Toda ella forrada de dorado y acompañada por el tigre que vive en el dormitorio principal.




En ésta ocasión solamente se nos pudo unir Laura, que fue nuestra única momia con vida. ¿Conocéis a la del otro lado del sarcófago?. Sí la del pelucón. ¡Justo, una servidora!




Las columnas de ésta pirámide tan especial están fabricadas con cartón corrugado, los arquitectos de la época dejaban mucho que desear y utilizaban unos materiales poco fiables.  Para dar ese toque glamuroso al cartón, lo único necesario fue dar varias capitas de espray dorado y decorarlas, como no podía ser de otro modo, con la escritura jeroglífica utilizada  entonces.




Como curiosidad te cuento que las dos momias que hicimos tiene tamaño real y miden alrededor de 1.80 ya que el molde fue Laura. La fui momificando por partes a la pobre con film transparente primero y seguidamente rodeando cada parte con cinta de embalar ancha. Seguidamente uní todas las partes y rellené con papel de cocina. La última parte fue enrollarlas con vendas que había teñido, para dar aspecto de raídas, con café.





Éste señor tan adorable está fabricado con una careta, una percha de alambre, dos cortinas y unas manos que compramos sueltas. Todo ello aderezado con muuuuuucha cinta de embalar.




El baúl es el que has visto cientos de veces en mi salón y como seguro que te había pasado desapercibido, te lo he puesto bien dorado jajajaa. ¿A que parece que albergara cientos de tesoros?. Pues no, en realaidad está lleno de libros y flores artificiales, pero no lo cuentes ¿eh?.





Momifiqué a algunas de mis calabazas y les puse ojos. Otras formaban parte del tesoro del Faraón y eran de oro (Vamos que las forré también).





Ambos pedestales de al lado del sarcófago son también los de mi salón. Forré media casa jajajaaa. Todas estas piezas estuvieron viviendo en nuestro salón durante el último mes , ya que tuvimos que empezar con mucho tiempo tantos trabajos. Nuestra estancia de estilo shabby iba tomando unos matices "raros". En nuestra familia no acabábamos de ponernos de acuerdo. Lo que a a uno le parecía un burdel de carretera con ínfulas, al otro le parecía un restaurante chino de cero tenedores y  a mí personalmente me daba la impresión de ser el salón de un narcotraficante. En lo que estábamos todos de acuerdo es en que era horrorosísimo jajajaaa. 




Mi faraón y yo  demostrándonos nuestro amor eterno, que perdura a través de los siglos.





Faraón zombi y su hija momia muy bien avenidos. A ver....con el tiempo que llevan juntos en ésta pirámide......




Deciros que casi no teníamos tiempo de hacer fotos. Repartimos diez kilos de chucherías o lo que es lo mismo, 1500 chuches. Superamos los nueve kilos del año pasado. Hubo varios  momentos en que había gente esperando que salieran unos de nuestra pirámide, para entrar otro y se formó una cola.  La mayoría de las personas, al entrar en la pirámide, nos pedían que nos hiciéramos fotos con ellos y sus hijos, ya que todos venían disfrazados. Fue divertidísimo.





Nos despedimos del antiguo Egipto y habrá que esperar un año, para saber como vuelve a la carga ésta familia de descerebrados.
Gracias infinitas por tu paciencia y tiempo y también por  tu visita. Ha sido un post largo, pero no he podido reducir más el número de fotos. Espero haberte arrancado una sonrisa y que lo hayas pasado bien.  Nos vemos en breve.