Yo tenía un cuadro monísimo pintado por mi marido en una estratégica zona de la cocina, sobre la encimera. Era una pintura muy naïf ,que además tiene la gracia de que todos y cada uno de los personajes que allí aparecen son reales. Están fantásticamente representados con sus ropas y complementos muuuuuyyyy característicos y por supuesto con sus perros. Me levanto una buena mañana ( ya sabes que las mañanas en mi casa son una aventura y nunca se sabe que puede suceder....) y el cuadro ha desaparecido. Resulta....que en un ataque te amor filial, mi querido hijo Daniel, me lo ha "mangado". Ofendida perdida por el "hurto"( y porque nunca le ha dado mi vástago tanta coba, ni se ha llevado uno de mis cuadros a su habitación. O sea, para simplificar, con un ataque de celos.....jajajaaa), me dispuse a ocupar ese angustioso hueco en la pared de mi cocina y..... en mi alma. Es aquí donde llegó la pregunta:"¿Que haces?" y muy digna y sin levantar los ojos de mi trabajo contesté: "ya lo verás terminado, si te lo contara ahora, no lo entenderías". Y es que....¿no te ocurre a veces que cuando te hacen esa pregunta, te ves incapaz de explicarlo, sin pensar en que asustarás con la idea a tu interlocutor?. No digo yo con esto que la idea de hoy sea mía y originalísima, no. Esto ya lo hemos visto tod@s los amantes de la decoración en otros sitios, pero........¿Como le dirías tu a tu familia que vas a enmarcar los cubiertos de tu Primera Comunión?. Pues, no se lo dije y cuando vieron el trabajo finalizado, les encantó (¡¡¡Buuuuffff, menos mal!!!)
Se me ocurrió poner estas tres piezas de plata sobre una tela a rayas en tonos rosas y beige.
Puse las rayas en horizontal para romper con la posición vertical que iban a ocupar los cubiertos.
Una puntilla (no podía faltar) en el centro le da el toque romántico al conjunto, junto con los lazos de raso que sujetan los cubiertos.
Aprovecho este momento para mostrarte también,
un juego de tres tazas que encontré hace unos días en una tienda de mi ciudad.
Se vinieron a casa conmigo inmediatamente. Me gustó mucho su decoración y el precio era muy asequible.
.....Y volviendo a los cubiertos. Pensé que podría quedar bien pintar el marco que los contiene en blanco, pero no en su totalidad. Me ha gustado esta opción porque rompe un poco con este conjunto tan vintage y le da un punto de modernidad.
Para terminar te acerco la parte distal del cubierto para que puedas ver con detalle la delicada filigrana que lo adorna, así como el bordado de la puntilla.
Una entrada sencilla la de hoy, pero no por ello carente de encanto (bajo mi punto de vista). Me ha gustado tanto el resultado que no descarto hacer lo mismo con el juego de cubiertos que me regalaron en mi bautizo. Lástima que en esta ocasión falte el tenedor que perdí hace unos años sin saber como.....
Deseo que te haya gustado esta idea y que te animes a fabricar tu propio cuadro con cubiertos si ha sido así.
Gracias infinitas por el tiempo que has dedicado a este humilde blog.
