Bueno, pues he tenido la idea de hacer un bonito candelabro con el tarro que quedó y cuatro cositas, en homenaje a esa mujer fantástica que era mi mamá.
Un platillo de cristal para que caiga la cera, unas lágrimas de cristal, y unas florecillas, vela incluida por supuesto..... y ¡listo!.
Que bonito tallado tiene. ¡Cuanto comprendo el disgusto de mi madre!.
De pronto, sentí que no podía permitir que esta pieza estuviera olvidada.
Ha sido también una forma de demostrar a mi madre, que bonito sigue luciendo su tarro con esta nueva utilidad.
Desde que lo he hecho, cada noche enciendo una vela y se la ofrezco a mi mami.
Como ves, es un trabajo muy sencillito, pero bonito y decorativo y para mí con un significado muy emotivo.
Te quiero mamá. Mira que bonito ha quedado tu tarro.
Espero y deseo que te haya gustado esta idea y que hayas pasado un rato agradable. Muchas gracias por tu tiempo y hasta la próxima entrada.