La decoración central siempre es algo de ultima hora. Nunca la tengo pensada. Es cuando la mesa ya está montada, cuando "me pongo a ello".
En esta ocasión mis pajaritos subidos en un tronco, que están siendo protagonistas estas fiestas, junto con las casitas de zinc, fueron los protagonistas de este arreglo.
Los tonos dorados en mantel, bajoplatos y cubertería, pusieron la nota más festiva.
Mezclé dos cristalerías diferentes, una de ellas de un bonito y extra fino cristal de bohemia, la otra de Zara Home.
Ramilletes de boj adornaban las servilletas.
Ramas de hiedra y bayas de color rojo acompañaban a las casitas y los pájaros, para formar parte de una decoración muy festiva.
Porta velas de cristal con velas de te, junto con las velas de las casitas, alumbraban delicadamente para tan esperada ocasión.
Y para el final dejo la bonita ( a mi parecer) vajilla de porcelana inglesa de herencia, que a mi me parece muy delicada por su ligera decoración y que fue la elegida para esta entrañable noche.
Ahora nos queda la Nochevieja, más festivalera y colorida. Noche en que todo está permitido. En breve veremos cual es la elección para ese momento.