Al principio de estas fiestas, te conté que siempre pensaba que el color de la Navidad era rojo, pero te aseguro que nunca tanto como en Nochevieja.
Mi mesa está preparada. No quiero andar con agobios y necesito que esté todo perfecto para nuestros invitados.
Sobre una capa de tul, he puesto un mantel adamascado, exactamente igual al de Nochebuena, pero en ese rojo antiguo que tanto me gusta. Sobre este, otra capa de tul que deja entrever de forma muy delicada dicho mantel.
Servilletas con una lazada de rafia, sujetan una hoja de hiedra recién cortada y, en donde deseo un feliz 2016 a nuestros invitados.
Una delicada vajilla de porcelana con el único adorno de unas delicadas estrellas de la nieve en un lado, descansa sobre bajoplatos de un tono casi granate. También unas pequeñas soperas para la crema de castañas que se servirá después del entrante.
La cubertería de herencia es muy antigua, de plata vieja. A mi me encanta. Es uno de mis amores.
Para el adorno central, todo lo elegido es natural. Sobre preciosas ramas de eucalipto que me encantan por el verde tirando a plateado de sus hojas, manzanas rojas, piñas y por supuesto uvas , que no podían faltar.... Unos pequeños portavelas con detalles navideños y sofisticados brillantes.
Las sillas de fibra natural engalanadas con pequeñas coronas de hiedra y lazadas a juego con el mantel.
Cojines en la misma gama , para la comodidad de nuestros familiares. La velada será larga y necesito que se sientan muy agusto.
En esta ocasión la sencilla cristalería , muy lisa y de cristal de bohemia, no recarga , ya que el adorno central y el mantel ya son algo excesivos. Así se equilibra todo el conjunto.
Me gusta mucho el efecto del tul sobre la tela del mantel. Creo que no será la última vez que use este recurso.
Al fondo, la chimenea nos asegura una acogedora y calentita entrada en el nuevo año.
Es la noche más festiva del año, así que casi todo está permitido. Es el momento de brillar.....
.....De disfrutar en compañía de los nuestros, de saborear excelentes platos, de brindar por todos nuestros nuevos deseos, de charlar distendidamente, de bailar y de divertirnos.
Esta será la primera imagen que percivirán nuestros invitados cuando mañana por la noche lleguen a nuestra casa. Espero que se sientan muy bien y pasen una felicísima velada.
Ahora yo brindo por ti y por todos tus familiares y seres queridos, también por aquellos que no podrán acompañarte, pero que están en tu corazón. Te deseo que el nuevo año traiga todos esos deseos que tienes. Que la paz, el amor y la amistad reine en tu entorno. Te deseo que seas muy, muy feliz y te doy las gracias por todo el tiempo que has dedicado a leerme y visitarme. Te doy las gracias por ser mi amiga virtual.
¡¡¡¡¡FELIZ 2016!!!!