domingo, 6 de mayo de 2018

¡¡¡HAY VIDA DESPUÉS DEL ESTÍLO SHABBY!!!

Seguro que recuerdas muy bien el recibidor de mi casa. Si no es así, ya te recuerdo yo que tiene un toque oriental. En una de sus paredes colgaba un templo chino, que Laura pintó a acuarela de pequeña. Gusta a todo el mundo  y  la verdad es que le quedo precioso, pero con el paso del tiempo tanto ella, como los demás, hemos estado de acuerdo en hacer un cambio y sin pensarlo más, hace dos semanas, me vi inmersa en el mundo Mandala. En una tabla de madera di como base pintura de pizarra y sobre ella empecé a dejar volar la imaginación y crear mi propio Mandala a mano alzada.




Trabajo, ni que decir tiene, que lleva muchísimo. Cada detalle es minúsculo y todo debe guardar perfecta simetría.






No se puede dejar nada al azahar y todo tiene que estar bien planteado. Sin armonía no sería un Mandala.



La pincelada más intensa en unos trazos que en otros. Unas má

gruesas y otras más finas fueron dando forma poco a poco a la obra. 




Armoniza bastante bien con la decoración de nuestra entrada.






Ha sido un trabajo nuevo que nunca había realizado y tengo que decir, que tiene su dificultad  hacer los trazos lo más perfectos posible con el pincel.




Como puedes ver es casi imposible y fijándose, se ve algún que otro fallo. Ahora toca decir que es la perfección de la imperfección jajajaaa.






Lo que queda muy patente es que hay que tener el pulso bastante bien educado para tal faena.






Toda ésta maraña tenía yo dentro de mi cabeza. ¡¡¡Menos mal que me puse a sacarla!. jajajaaa




Hasta aquí el post de hoy. La moraleja que saco es que HAY VIDA DESPUÉS DEL ESTÍLO SHABBY. ¡¡¡Increíble, pero cierto!!!, aunque.....siempre será uno de mis preferidos.
Muchas gracias por el tiempo que me has dedicado. Espero que hayas disfrutado y decirte, que nos vemos en breve.