domingo, 4 de febrero de 2018

TARDE DE DOMINGO.

El día ha amanecido gris y comienza a nevar. Hace mucho frío afuera.


En casa, toda la familia y el calor del hogar que nos reclama con más intensidad que cualquier otro día. Presiento que se nos avecina una hogareña velada, así que decido preparar pan casero.


Merece mucho la pena. Es más fácil de lo que pensamos, mucho más sano y por supuesto exquisito y crujiente.


 Lo acompañaremos de una rica mermelada hecha de frutos rojos para la merienda.


Nuestro pan ya ha doblado su tamaño, así que volvemos a amasar y lo ponemos en el molde para que que nuevamente tenga lugar el proceso de levado.



Al poco de introducir la masa en el horno, toda la casa huele a rico pan. 
El pan recién sacado del horno es indescriptible de bueno . La nieve sigue cayendo en el exterior. Comienza a cuajar.




Las horas pasan y la merienda, de lo más natural y nutritivo para ésta tarde de frío está preparada. 




Calor de hogar, fuego en la chimenea y una distendida charla en buena compañía: La de nuestra familia.






Una tarde muy especial que se nos ha pasado en un suspiro. Dicen que cuando el tiempo pasa rápido es por que ha sido muy gratificante, divertido y ameno. Me siento agradecida por tardes como la de hoy.

Gracias también a ti por tu tiempo. Espero que te haya gustado compartir con nosotros ésta fría tarde de domingo.