domingo, 24 de septiembre de 2017

UNA CENA MUY OTOÑAL

Ya es sabido que en ésta casa nos gusta recibir visitas y más si se trata de la familia más cercana. Anoche pasamos una velada de lo más agradable. Fue tan agradable que cuando nos dimos cuenta eran las cinco de la mañana. El tiempo nos pasó volando y es que una buena charla entre velas después de una rica cena compartiendo vivencias y recuerdos, no tiene precio.


Como he explicado antes, la inspiración fue el otoño con sus preciosos colores y dispares elementos. Fibra natural para los individuales.  


Justo por la mañana fui a dar en una bonita tienda con éstos platos de los que me enamoré en el mismo momento en que los vi. Amor a primera vista se llama o flechazo absoluto. Combiné dos colores, ambos muy de la temporada y elegí la cubertería dorada y bajoplatos en un granate casi amarronado. Todo tonos muy cálidos.





De nuevo el mantel consiste en otras dos cortinas que guardo con cariño porque son muy bonitas y están nuevas, pero por ser buenas, también son eternas. No se ve bien en las fotos pero combinan el blanco con un suave color arena y tienen bordados de flores.


Como arreglo central una otoñal corona que posiblemente te suene, aunque siempre la voy reformando un poco y quitando o añadiendo elementos nuevos. Las velas en los troncos de árbol que hice, también las conoces y lo mismo sirven para un roto , que para un descosido. Todo junto con algunos otros objetos como unas castañas todavía en sus vainas van dando vida a un otoño inminente en el salón.


Piñas recogidas años anteriores, hojas y ramas de ampelopsis que empiezan a tomar tonalidades desde anaranjado suave, hasta rojo burdeos.....


Uno de mis simpáticos petirrojos nos acompaña en ésta ocasión y parece que se encuentra muy agusto en su habitat......


.....Al igual que el pequeño gnomo que nos observa desde seta preferida.


Nuestros deseos de un feliz otoño para todos los comensales se ven reflejados en el tag de pizarra que cuelga de una de las ramas. En un principio íbamos a ser solamente cuatro pero dos de mis tres hijos y una de sus novias, se nos unieron y hubo que ampliar las plazas en la mesa. Así fue todavía más entrañable y divertido.


 Bonitas copas de cristal rojo dan un toque muy alegre a la mesa y empastan a la perfección con todo lo anterior. Eran las perfectas para el  momento.


Los  farolillos que acompañan al adorno central son vasitos de yogur a los que yo misma he dado el toque estacional, pegando unas cuantas hojas y con rodeando con un rústico cordel y un palo de canela.





Nunca olvido los respaldos de las sillas. En ésta ocasión, pequeñas calabazas cuelgan de ellos.


  
Deseo que te haya gustado y hayas disfrutado del ratito que has pasado en la visita y al igual que siempre, agradezco el tiempo que me has dedicado.
Nos volvemos a ver en breve.