La verdad es que me llevé un buen disgusto porque me gustaba mucho. La solución no era muy sencilla porque ya ves lo pequeña que es la pieza por donde justo se partió. Intenté pegarlo diferentes veces con diferentes pegamentos, mejores y peores, especiales para metal y no, pero siempre volvía a fastidiarse. Entonces fue el momento de tomar la riendas bien fuerte y buscar una solución definitiva. Ésta pasaba por, después de volver a pegarlo y esta vez con un buen pegotazo de silicona, hacer una pieza de arcilla blanca que acabara de reforzar la unión.
Ahora ya, solo quedaba la parte bonita que era disimular dicha pieza y "guapear" el candelabro.
Tenía claro que lo iba a pintar de blanco y así lo hice. Pintura en espray que para una pieza así es muy cómoda y rápida.
Cuando lo vi pintado, tuve la idea de "hacerle una gracia" y entrelacé ésta bonita guirnalda de pequeñas flores de nácar. Creo que le da mucha vida y me encanta como queda. ¡Absolutamente shabby!
También añadí unas hortensias que tenía secas, justo en la parte central, pero no creas que es porque la pieza de unión quedara mal, o desentonara. Ahora te la enseño.
Éstas florecillas son de lo más delicado.
Creo que he acertado con la composición y que todos los elementos juntos empastan a la perfección. Parece que estuvieran hechos para estar juntos. Me gusta más ahora.
¡Mira, por aquí aparece la unión!. También lleva pegadas las piezas de nácar. todo queda bien integrado.
Si te has fijado en las fotos de Halloween, seguramente, lo habrás identificado. Está en el comedor de los vampiros, pero por supuesto terroríficamente modificado.
Si es que nuestro lema es una verdad, verdadera......No hay que tirar nada.
Espero que te haya gustado ésta recuperación, con "guapeo" incluido. Muchas gracias por tu tiempo y tu visita. Nos vemos muy pronto y empiezo ya con la Navidad.
