He elegido una mantelería adamascada sobre una tela de tul para ampliar el numero de plazas. Las copas son de cristal de Bohemia, y la vajilla de Javier Larrainzar sobre bajoplatos plateados. Para el adorno central he optado por manzanas, hiedra y coníferas naturales. Unos cristales en tono malva dan el toque glamuroso al conjunto.
Las sillas tienen un pequeño detalle. Una ramita de pino natural y una diminuta estrella.