Alameda,o pasear por el Parque Genovés. Echo de menos a mi Caleta, a esos dracos milenarios y a esa Puerta de Tierra que imperturbable vigila mi Tacita de Plata y la cuida en mi ausencia. Mi Isla bonita. ¿Sabías que la canción de Madonna se llama así en honor a tan linda tierra? Eso dicen . En fin, seguramente no soy objetiva, pero amo esa bendita tierra y paro ya porque podría estar piropeándola la vida entera.
En resumidas cuentas, que hoy traigo trabajitos coastal, como siempre en veranito. Se me rompió una copa de vino y rápidamente tuve la idea que verás a continuación. Con el cuerpo de la copa, una campana, con el pie, la base de un pequeño tartero.
....Y como acompañamiento a ésta decoración tan marinera, unos barquitos hechos con palos recogidos en la playa de Sancti Petri (Chiclana de la Frontera) con velas de encaje y Cádiz pintado al fondo en una acuarela que compré en una de mis estancias allí, hace ya muchos años.
La campana tiene un agarrador que no es más que un pomo sobrante del mueble que recuperé últimamente para el salón y algunas de mis aplicaciones de nácar. Dentro, detalles con olor a mar. El platillo es de mi asiático preferido y lo he rodeado con rafia trenzada.
El tartero lleva las mismas aplicaciones en su base, como puedes ver.
Los barquitos, que tal vez hayas visto por las redes sociales, pero que me encantan, no tienen ningún misterio, como puedes observar.
Mucha alma y también una importante parte de mi corazón dejo en éste post y con tu permiso, me atrevo a compartirlo contigo.
Aquí te dejo la copa rota (la verdad es que se rompió de la mejor de las formas jajaaa) y los pequeños cachivaches de la composición.
Enamorada del mar y enamorada de Cai me despido por ésta vez.
Gracias por dedicarme un ratito. Espero que te haya gustado.
Estoy a una semana de perder de vista a mi inseparable escayola. Luego queda la rehabilitación, pero será diferente, ya sin ésta incomodidad. Nos vemos muy pronto.