Voy a evitarte el rollazo de todos lo años de que la Navidad es la época del año que más me gusta, que es mágica y que la espero cada mes, cada día, cada minuto y cada segundo del año. Ya me conoces de sobra y lo sabes. El caso es que ya estoy en modo ON navideño y amenazo con traerte montones de cosillas a partir de ahora. La primera ocurrencia ha sido fabricarme un "calendario" en el que recordar los días que quedan para Navidad ( fijando ésta fecha en el 24 del próximo mes).Ésto son cosas de los locos por la Navidad, entre los que me encuentro en los primeros lugares, y no me da vergüenza reconocerlo. Es mi época, pienso disfrutarla a tope y empiezo ya. ¿Te unes a mi?.
En mis ansias navideñas, se me ocurrió pintar a mano alzada una minimalista corona en color blanco, sobre un tablero al que le di un par de manos de pintura de pizarra.
Sobre la corona he añadido bayas en tono rojizo y alguna hojita. Ambas nos anuncian sutilmente la llegada de la época más mágica del año.
Lo mejor es que la leyenda está escrita con tiza. Figuran los días que restan para Navidad. Podré ir cambiando el número cada día sin ningún problema, con tan solo borrar con un paño húmedo.
Naturalmente ésta corona irá cambiando su aspecto con cada estación. Las pequeñas bayas están pegadas con cinta de doble cara y lo que hoy son frutos rojos, puede tornar en primavera en pequeñas florecillas, o caracolas en verano......
El marco estaba en un armario esperando su turno. Era de un color más obscuro y ya sabes.... lo de siempre: Un par de manos de pintura blanco con lija entre medias, mano de cera..... et voilà!
Lo de hoy ha sido un sencillo trabajo pero del que he disfrutado por lo que simboliza.
Muchas, muchas, muchas gracias por visitarme y regalarme tu tiempo. Espero haberte aportado algo. Vuelvo en breve.