Todo empezó cuando me pidió que me encargara de la mesa de golosinas.
Vestí con un mantel de lino blanco y puntilla, con tules por encima una mesa, no muy grande ya que no eran muchos los invitados, ni los adultos, ni los niños.
Con múltiples y diferentes golosinas de gominola y nube, fabriqué ricas brochetas, flores que fui montando pétalo a pétalo, una especie de tarta de nubes en forma de flor......no faltaba detalle. Mi amiga no escatimó nada de nada para Izan, su hermano Marco y sus allegados.
Añadí a la mesa dos soportes de madera teñidos por mí y con una bola terminal y así pude tender sobre ambos una guirnalda con el nombre del niño y otra de hiedra recién cortada.
Reconozco que me comí unas cuantas golosinas mientras montaba los centros. ¡Qué ricas!
Èstas florecillas acabaron siendo mis preferidas. Tardé, pero lo que cuesta vale..... gominola a gominola hasta que fue apareciendo un bonito ramo de alegres margaritas,
Cada centro llevaba una etiqueta, que recorté y pinté con pintura de pizarra, con el nombre detallado de lo que contenía.
Bonitos globos que compró Katia en un lateral de la mesa. Uno de ellos con el nombre de Izan.
Sobre el tul otra guirnalda de boj natural.
La escalera que tengo con plantas en casa, sirvió como accesorio para los regalos que se entregaron a los invitados: Una foto de Izan. Si vieras lo guapísimo que estaba.....Entre medias hiedra y alguna hortensia.
......Y no podía faltar el libro de firmas.
El evento tuvo lugar en un bonito restaurante. RESTAURANTE LA LAGUNA, en Collado Villalba. Os lo recomiendo si os acercáis por la sierra de Madrid. Buenísima comida y muy buenos precios.
La mesa de los niños vestida más practica para ellos, pero no por eso menos decorada.
La de los adultos más ornamentada y con más detalle.
Otra larga guirnalda de hiedra con flores de jazmín, manzanas, pequeños jarroncitos con hortensias y boj y farolillos que yo misma hice preparados para encender por la noche.
Como ya habrás observado la celebración fue al exterior, bajo una bonita pérgola y frente a una laguna con patos que hace la vista preciosa y la velada incomparable.
Gracias Katia por haber confiado en mí. Espero haber estado a la altura.
Gracias también a ti por darme parte de tu tiempo y visitarme. Nos volvemos a ver en breve.